Relación con la Economía
La
Economía ha sido definida como la ciencia de la administración de los recursos
escasos. Comprende la producción y el intercambio de bienes y servicios
necesarios para la satisfacción de las necesidades humanas.
Se
considera que el consumo es una parte importante de la Economía y constituye
una actividad de tipo circular en tanto que el ser humano produce para poder
consumir y a su vez, el consumo genera producción. Entonces, la acción de
consumir día a día va a repercutir en el conjunto de la economía y de la
sociedad.
El
consumismo cumple la misma función pero en cantidades mayores. Por un lado, es
beneficioso (a mayor demanda o consumo, mayor producción, mayor cantidad de
empleos, mejores salarios) pero por el otro, es perjudicial (a la salud, al
medio ambiente y considerando que no es fácil mantener niveles de demanda
siempre elevados en economías inestables y/o globalizadas).
Es
importante saber que el consumo o consumismo dependen de factores económicos
como:
• La renta o ingresos de los agentes económicos:
por lo general, a mayores ingresos de las familias, las empresas o el
Estado, mayor consumo.
• Los precios: por lo general, a mayores
precios, menor consumo.
• Los tipos de interés. Cuando los tipos
suben, el consumo baja.
Vale
destacar que en situaciones de crisis económica, las políticas que favorezcan
el consumo podrán ayudar al reactivamiento de la economía.
A
continuación se presentan algunas definiciones netamente económicas de consumo y consumismo.
Consumo
Comprende las adquisiciones de bienes y servicios por parte de
cualquier sujeto económico para la satisfacción de sus necesidades primarias
(alimentación, vivienda, salud, educación y vestimenta) o secundarias
(recreación, ocio, transporte y
comunicaciones), futuras o presentes.
Consumismo
El
consumo masivo y a veces, innecesario,
ha dado lugar al consumismo y a la denominada sociedad de consumo. Ésta última
tiene como base fundamental que el consumo es y debe ser lo más importante en
la vida del ser humano, razón por la cual se vive para consumir y se prepara a
los niños ya desde pequeños para hacerlo.
Las
publicidades de empresas, las entidades financieras y la misma sociedad, nos
incentivan a consumir para no quedar excluidos del sistema. Así, terminamos
adquiriendo productos innecesarios, poco saludables, de baja calidad o menos
durables, lo cual perjudica a la propia economía doméstica, a nuestra salud
física y mental, al medio ambiente y al equilibrio ecológico.
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